LA HISTORIA DE VEETALY BRAND
TODO EMPEZÓ CON UNA META
En 2022, mientras me preparaba para competir en el Ironman 70.3 de Manta, me di cuenta de algo que no podía seguir ignorando: la mayoría de los productos pensados para deportistas estaban llenos de ingredientes imposibles de pronunciar, azúcares añadidos y promesas vacías de las grandes marcas.
En medio de mi entrenamiento, surgió una inquietud que pronto se convirtió en propósito: ¿por qué no crear un snack realmente sano, funcional y transparente?
UNA FRUTA CON SABOR A VERDAD
Mi punto de partida fue una joya olvidada: el banano criollo de seda. Esta variedad crece en zonas rurales de Manabí, donde se cultiva de forma natural junto a otros cultivos como cacao, coco, maracuyá, plátano y cítricos. El banano criollo es más dulce que el banano comercial y tiene una historia que merece ser contada.
Supe que era perfecto para crear un producto real, sin aditivos, sin fórmulas engañosas. Solo fruta auténtica, accesible y con propósito.
LAS MADRES FUERON LAS PRIMERAS EN CREER
Aunque todo empezó con una mirada puesta en los deportistas, fueron las madres quienes primero entendieron el verdadero valor de este snack. Mujeres que buscaban una alternativa saludable para sus hijos y su familia, sin ingredientes raros ni sabores artificiales.
Ellas fueron las primeras en decirme: “Esto es lo que estaba buscando.”
DEL SOFÁ A LA FINCA
Veetaly Brand no nació en una gran planta industrial. Comenzó en mi propia casa, entre una cocina adaptada y una sala que se convirtió en taller. Pero mientras el proyecto crecía, también crecía mi compromiso con la nutrición consciente y con el campo ecuatoriano.
Por eso decidí mudarme a una zona rural de Manabí, donde hoy operamos desde una fábrica rodeada de pequeños productores que cultivan banano, cacao, coco, plátano y mucho más, con el mismo cuidado con el que alimentan a sus propias familias.
NUESTRA MISIÓN VA MÁS ALLÁ DEL SNACK
Veetaly Brand no es solo una barra de fruta. Es una propuesta de cambio.
Es un puente entre el campo y la ciudad.
Conectamos a quienes buscan lo natural con quienes lo cultivan con esfuerzo y dedicación.
Buscamos que cada bocado cuente una historia. Una historia real. Una historia auténticamente ecuatoriana.
